Estepas calcinadas y pendientes rocosas y grises sobre las que ruge el cálido viento del verano: de hecho, África está a solo 100 km de distancia. Fuerteventura ofrece el entorno ideal para todo tipo de recreo. Tanto si desea viajar a pie como conducir un Jeep en un safari a través de la naturaleza más salvaje, practicar surf, buceo, disfrutar de las muchas y variadas fiestas o simplemente le apetece tumbarse en una de las kilométricas playas de fina arena: aquí, prácticamente todo el mundo consigue hacer realidad las vacaciones de sus sueños. Muchas mentes estresadas consiguen recuperar de nuevo el equilibro en Fuerte, a solas con la arena, el mar y el cielo. Y también muchos cuerpos. Por eso, se dice que el agradable clima de la isla alivia los problemas circulatorios, las enfermedades respiratorias y el reumatismo. «Una tierra capaz de fortalecer un alma cansada», según el poeta Unamuno. Y un territorio que, en definitiva, bien merece un viaje.